Aún nos quedan cosas que ofrecerle que ojalá sepan acoger y aprovechar al máximo.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Ya nos suben dos palmos los pequeñajos aquellos
Aún nos quedan cosas que ofrecerle que ojalá sepan acoger y aprovechar al máximo.
viernes, 26 de octubre de 2012
Manualidades con paja
Es increíble como una naturaleza tan salvaje, con estaciones tan extremas en cuanto a sequía absoluta o lluvias torrenciales, es capaz de dar tanto. Si tuviésemos que señalar una cosas bonita de esa naturaleza es que en todo momento, sea cual sea la estación, al menos siempre hay un árbol que tiene una flor. De la misma manera, cada época ofrece una vegetación que bien empleada permitirá hacer los tejados de las casas, los muros que servirán de límites, las canastas para recoger la cosecha, los toldos para secar el cereal, útiles de cocina e infinitas posibilidades.
Una de las cosas que crecen en este momento, son unas finísimas pajas que los niños aprovechan para hacer sombreros y canastos.
Este año, en Bayaka, hemos organizado un concurso. El premio será una camiseta que ya se discuten para quién será.
Como aún siguen creciendo estas pajas en el campo, cada día se marchan a buscarla y en los ratos libres las trenzan. De momento os mostramos a los niños en plena elaboración de sus artesanías. ¡¡¡Ya os contaremos quién será el ganador!!!
miércoles, 17 de octubre de 2012
Jugando
miércoles, 3 de octubre de 2012
¡Listos para trabajar!
En un país como Chad en el que las dificultades para alimentarse y las condiciones de vida son tan adversas, estar dispuesto para trabajar y sentir gusto por hacer las cosas bien hechas ya es haber recibido una gran herencia. Así se pensó al principio y nosotros estamos convencidos de ello al máximo. Por esta razón, cada día los niños tienen un momento de estudio, otro de ocio y otro de trabajo. Para estos espíritus libres y aventureros, acostumbrados a vagar por las calles de su ciudad sin otro rumbo que buscarse la vida de la mejor manera que cada día se presente, resulta difícil acostumbrarse a un trabajo fijo con el que no vas a encontrar una recompensa inmediata. Sin desanimarse, pero sí con momentos de dificultad, cada día les transmitimos los valores del trabajo y el placer que se tiene cuando un trabajo está bien hecho. Como estrategia para conseguir este fin les animamos a repetir cada día: “yo estoy listo para trabajar”. Una fórmula que a fuerza de repetirse creeremos que cambiará la expresión: “ je ne travaille pas” Ya se han recogido los cacahuetes que se sembraron. Ahora hay que ponerlos a secar al sol antes de poder utilizarlos para hacer aceite o tostarlos para las salsas de la bola. Extendidos a pleno sol un montón de cacahuetes se convierten en tentación insostenible para los niños, que al no poder resistirse comienzan a ingeniárselas para llenarse los bolsillos de cacahuetes que se comerán a escondidas. Este año para evitar esos problemas hemos decidido extenderlos al sol en el patio de nuestra casa. De esta manera, cada tarde hay que recogerlos y guardarlos en los sacos a la cubierta de la humedad de la noche. Resulta gracioso ver como a las 17:00h se amontonan los niños junto a la verja de casa “listos para trabajar” porque al final de su trabajo recibirán un puñado de cacahuetes.
martes, 25 de septiembre de 2012
¡Casi veinte horas a jornada completa!
Hace días que ni escribimos, y es que tampoco nos queda tiempo de mucho más. El día uno de agosto volvieron los niños. Aprovechamos que los caminos aún no estaban totalmente impracticables y los recogimos en sus casas. Poco a poco se van incorporando los que serán nuevos acogidos en este curso. Como después de todas vacaciones, las normas del Centro de lavarse, lavar la ropa, tener un orden, un horario, una disciplina y un respeto se pierden y toca aumentar los esfuerzos para que tanto los niños como los trabajadores se adapten de nuevo a una vida organizada. Su llegada supone estar activo unas 15 ó 20 h al día. A las 5:00 h de la mañana, remoloneando entre la primera y la segunda alarma ya se escuchan de correr a los que han dormido en otra cama o habitación que no es la suya. A las 5:30h escuchas si las cocineras han llegado o no al Centro, entonces no te inquietas y sigues un poco más en la cama. A las 6:00h comenzamos a despertarlos para que se laven, arreglen su cuarto y se tomen el desayuno. Esta primera hora es de las más intensas, pues cada día hay que seguirlos para que se laven, hagan las camas, barran la habitación y no repitan el desayuno más de dos veces. Con este ritmo se desarrolla la jornada en Bayaka, entre los niños. Nada de trabajo duro pero sí necesitado de mucha presencia activa, y es que entre tanto enano, siempre hay uno al menos que quiere bromas, otro pelea, otro escaparse, otro atención y alguien que cuando está en silencio anda haciendo de las suyas. Un día a día muy intenso en el que no queda hueco para casi nada, pues tanto si estas con ellos de manera activa, o si estás dentro de la casa te están reclamando o estas escuchando sus gritos. Siempre hay algo que arreglar o preparar para el curso escolar, los trabajadores, los niños o las familias. Además de andar dándole vueltas a todas y cada una de las decisiones educativas que nos toca dar. Un alboroto que da vida al lugar y al que nosotros nos da vida para tener más pasión cada día. En estos meses de agosto y septiembre se desarrolla la “escuela de verano “ que permite a los niños además de volver al Centro, hacer actividades lúdicas, festivas y formativas que durante el curso no hay tiempo para realizar. Junto a éstas hay que incluir el tiempo para cultivar los campos y el rato de estudio diario para entrar con fuerza en el curso próximo. Así si te paseas por Bayaka entre las 14:00h y las 15:30 escucharás a los niños de recitar las tablas de sumar, restar, multiplicar o dividir que dentro de poco les ayudarán a calcular más rápido que una CASIO. En las próximas semanas colgaremos fotos de las actividades artesanales que están desarrollando, así como de los juegos que les trajimos de España y alguna que otra cosa nueva que vamos poniendo en marcha a nivel educativo. Desde Bayaka, con mucha agua por las lluvias os enviamos un fuerte abrazo lleno de la pasión que sentimos por esta familia. Sergio, Pili y los treinta niños de Bayaka enganCHADos a la misión.
domingo, 23 de septiembre de 2012
martes, 18 de septiembre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
¡De nuevo en Bayaka!
domingo, 9 de septiembre de 2012
Saludo del Obispo de Laï (Chad) -4 Septiembre 2012-
Estimados amigos:
Ya hace días que quería escribiros y hoy, por fin, puedo hacerlo. Este año mi estancia en España ha sido muy breve y no he podido ir a visitar a mucha gente, espero que sepáis comprenderlo. Tenía que venir urgentemente a Laï pues la responsable de la Procura se marchaba y tenía que estar con la nueva responsable al menos al principio.
Desde mi vuelta a Laï he tenido mucho que hacer. Además he tenido que efectuar un viaje a BURKINA FASO con motivo de un encuentro con la CARITAS de ese país. Ha sido una experiencia muy rica y va me servir de mucho todo lo que he vivido allá. Como éramos cuatro obispos, creo que esa experiencia va a beneficiar mucho a nuestra CARITAS CHAD y también a nuestras CARITAS diocesanas.
Pero lo que ahora me ocupa y me preocupa, sobre todo, es la situación que atraviesa nuestra región. Si el año pasado no hubo bastante lluvia, este año está lloviendo demasiado. La abundancia de lluvias ha hecho que los ríos de la región han salido de sus cauces y han hecho muchísimo daño: decenas de miles de personas siniestradas, casas destruidas, hectáreas de campos inundados… La situación es catastrófica.
Como pastor de esta Iglesia, y de una cierta manera también de las demás personas que viven en esta región, he querido ir al encuentro de las personas siniestradas, al menos hasta donde he podido llegar, pues hay zonas a las que no se puede llegar más que después de muchos kilómetros en piragua o andando por el agua. En estos encuentros he podido ver con mis propios ojos la gravedad de la situación, pero sobretodo he encontrado a la gente para llevarles una palabra de consolación, de compasión y de ánimo. Creo que mi presencia ha animado mucho a unos y a otros, también a la mayoría de las autoridades locales y estatales. Hasta el momento el gobierno aún no ha hecho nada, y ya llevamos en esta situación hace casi un mes, aunque parece que en estos días van a venir de la capital para paliar un poco esta situación con 100 millones de FCFA (152.450 euros). Una gota en desierto. Esperemos que hagan más y, sobretodo, que empiecen a preparar el futuro que será aún más grave.
Estas visitas de terreno me han ido directamente al corazón. Pero también he hecho una experiencia positiva viendo el comportamiento de mucha gente que está ayudando a los siniestrados, en particular las tres personas que trabajan en la sede central de nuestra CARITAS diocesana y las que ayudan a nivel parroquial. Muy positivo es el hecho que he visto a la gente situarse delante de esta catástrofe con dignidad y serenidad, incluso con ánimo de no dejarse vencer; he visto incluso gente que con el agua hasta la cintura están haciendo la cosecha del arroz precoz que ha llegado a madurez. Los únicos que están con cara triste son los niños que viven con sus madres refugiados en otros pueblos, sobretodo en escuelas construidas en duro. ¡Y no he oído ni una queja contra Dios!
Además de mi presencia al lado de los que están sufriendo, nuestra CARITAS no ha cerrado los ojos y oídos sino que se ha puesto a trabajar. Gracias a Dios aún no habíamos agotado la financiación que habíamos recibido de diferentes Caritas del mundo para ayudar a las personas que el año pasado no habían tenido buenas cosechas y a otras personas vulnerables (también el Gobierno de Aragón nos concedió una financiación), y con eso hemos podido dar una primera ayuda de urgencia. Hemos distribuido, sobretodo, alimentos en las zonas más afectadas por un valor de 15 millones de FCFA (casi 23.000 euros).
Pronto tendremos un problema añadido: el inicio del curso está cerca y muchas escuelas no podrán acoger a los alumnos: unas porque han sido destruidas completamente por las inundaciones (escuelas en barro y paja, o hangares de paja), otras porque están siendo ocupadas por las familias refugiadas. Además aún hay demasiada agua en las zonas de inundación, y esta agua no se retirará completamente en bastante tiempo, pues aún sigue lloviendo.
Estimados amigos, ya os dejo. He querido que conozcáis la situación por la que atravesamos pues sé que estáis en comunión con nosotros. Que el Señor nos ayude a abrir siempre nuestros corazones delante de las situaciones de miseria o desamparo de gente que vive a nuestro lado o lejos de nosotros.
Cordialmente,
+ Miguel
VER FOTOS (Hacer clic más abajo)
Diocesis de Laï (Obispo de Laï) (04/09/12) |
jueves, 30 de agosto de 2012
Los enganchados, en Mollina
Gracias Pili y Sergio por querer compartir momentos así con todos nosotros.
Emilio Córdoba Arjona - Webmaster-
jueves, 9 de agosto de 2012
¡Así nos encontramos con los niños!
miércoles, 7 de marzo de 2012
Recaudación de "Andalucía con el Chad"
Desde estas palabras, agradecer la colaboración del Ayuntamiento de Mollina, Servicios Operativos, Voluntarios, al Coro de la Pro-Hdad. del Rocío de Antequera por la organización del certamen de coros, a los coros "Al compás del Tamboril", "Ntra. Sra. del Rosario" y "La Zaranda de San Isidro", y a todos los que con su pequeño granito de arena quisieron colaborar en este día con la misión en el Chad en la que colaboran nuestros amigos Pili y Sergio.
De corazón,
¡GRACIAS!
lunes, 13 de febrero de 2012
Gran Paella Solidaria y II Certamen de Coros Rocieros "Andalucía con el Chad"
viernes, 27 de enero de 2012
Sembrando flores en África
Aún no hemos llegado a Kelo y nuestros padres, después de pasar un mes en Chad, ya están en Mollina. Hace poco que llegaron con miedo a cómo sería África, ese país tan empobrecido del que tanto les habíamos hablado, qué tal iría el tema de los mosquitos o las comidas del país. También llegaron cargados de una Navidad ambulante. Cartas, fotos y detalles de muchos de vosotros que nos sostenéis desde la distancia con vuestras colaboraciones y mensajes de ánimo. Ha sido genial ese momento de leer todas vuestras palabras cargadas de fuerza. No podríamos olvidar otros regalitos que siempre llegan y que también permiten que sigamos aquí realizando nuestra misión, es ese jamoncillo, o esos mantecados, que aún sudando, nos hemos comido fieles a nuestra tradición navideña. Como no, esos momentos vividos en familia aquí en tierras chadianos con nuestro vino dulce de Mollina. Cuantos recuerdos de fiestas y amigos junto a ese vino. No podríamos dejar atrás tampoco los molletes que se colaron en la maleta o esas comidas que no nos dio tiempo a aprender antes de venirnos y que vuelves a saborear como la porra, el gazpachuelo o las croquetas. En definitiva, que hemos podido gustar esas cosas tan nuestras que también te alegran la vida aunque los saltamontes nos encanten.
Podrías pensar ¡qué comilones son! Pero no solo nos hemos dedicado a la cocina.
Como todo el que llega a tierras de misión quiere ayudar y dejar lo mejor de sí. Para esta ocasión compramos más de cincuenta plantas con las que hemos hecho unos jardines para el centro. Para los chadianos ha sido asombroso ver a nuestros padres cavando la tierra, colocando piedras y sudando. Se preguntaban, ¿por qué los poníamos a trabajar en lugar de dejarlos descansando? ¿Cómo hacerles entender que ellos solo pedían no estar parados? Al principio su labor no fue del todo reconocida entre los niños, pues para ellos una flor no sirve para nada porque no te produce nada comestible. Cuando vieron el trabajo terminado, empezaron a disfrutarlo y a expresar su admiración. Ahora cada uno se hizo responsable de una zona y cada día, bien temprano, comienzan a regar las plantas que Antonio y Pilar les sembraron. Quizá sirva para poco o quizá sirva para mucho. No lo sabemos. De lo que si estamos convencidos es de que habrá sido bueno que aprendan a estar atentos, a cuidar y a recrearse con la belleza de una flor, además de recibir el cariño que nuestros padres pusieron cuando decoraban nuestro Centro.
Con su visita volvimos a redescubrir este país. Y es que cuando ya llevas un tiempo te acostumbras a las cosas. Las buenas no eres capaz de vivirlas con la novedad del primer tiempo y de las malas ya empiezas a decir “eso es que ha sido siempre así, difícilmente cambiará”. Bajo la expresión de “osú, muchachos” fuimos posando nuestras miradas de nuevo en los coches cargados el doble de su altura, las casas amuebladas con nada, el duro peso que las mujeres cargan en sus cabezas o ese cielo colmado de estrellas hasta más no podemos.
Los niños quedaron contentos con vuestra presencia, en especial con tantas caricias, abrazos, gestos de cariño y juegos con palabras en francés y español como encontraron en este último mes, y solo necesitaron un par de días para perder el miedo a gritar Antonio o Pilar a cualquier hora del día. Para nuestros padres sabemos que se han convertido en unos enganCHADos a esta misión, aún más si cabe, y que parte de su corazón se ha quedado aquí en África. A su llegada nos preguntábamos como se adaptarían al clima, las comidas, las dificultades etc. Ahora nos preguntamos cómo se adaptaran a vivir sin que continuamente haya al menos cinco de estos pequeñajos alrededor suya y a la espontaneidad que te ofrece Chad donde no se puede programar nada de lo que harás en el instante siguiente.
Gracias por llenarnos la despensa, las pilas y el corazón para continuar nuestra misión con la certeza de que es la mejor de las opciones que hemos tomado.
martes, 17 de enero de 2012
Los embajadores de EEUU visitan Bayaka
Durante su visita tuvieron la oportunidad de ver a los niños en plena tarea, unos estaban en el refuerzo escolar de la tarde, otros en su turno de lavado, los más pequeños regando el semillero de mangos y los más grandes en los talleres profesionales.
Sólo una media hora de visita en la que pudimos explicarle que nuestra misión es acoger a los niños que sufren peores condiciones de vida y ofrecerles una familia, una alfabetización, unos valores humanos y una formación profesional para que en el futuro puedan desenvolverse por ellos mismos sin que el hecho de haber tenido una infancia difícil les deje huella. Junto a esto le contamos como cada una de nuestras acciones y actividades, desde la más grande hasta la más pequeña es válida si sirve para la meta final: hacer de estos niños personas honestas y trabajadoras capaces de desarrollar su propio país.
Su presencia fue agradable por el interés que mostraron en el proyecto. Más allá del cargo que representan en el país, lo más importante es que son gente sensible a la realidad de los niños chadianos y están interesados en hacer todo lo posible por cambiarla. Nos expresaban que el proyecto de Bayaka es único en el país y merece que se apoye el trabajo tan importante que se está haciendo.
La visita terminaba con el regalo de una de las niñas que le entregaba una “natte”,un paño circular hecho con lanas que sirve para cubrir la bandeja con la comida. La esposa del embajador expresaba su profundo agradecimiento por el detalle repitiendo muchas veces “gracias, gracias, gracias”
miércoles, 11 de enero de 2012
¡Qué cinco patas 'pa' un banco!
Armand (dcha), Singso (izq) y Babo (centro de la foto con una sola pierna). Armando, Singso y Babo son los últimos que han llegado al Centro y además son los más pequeños. Aún no están del todo inmersos en la actividad del día a día , disfrutan muchísimo las actividades lúdicas como el cine, el baile, las manualidades, el fútbol o las comidas extras pero cuando llega el momento de hacer un poco de trabajo no es lo que más les gusta. Mientras los más grandes están aprendiendo a hacer el huerto, hacen las planchas para sembrar, preparan las semillas, las trasplantan o riegan, ellos se dedican a saltar felizmente de un rincón a otro del recinto. Esto perturbaba mucho a los espíritus inquietos que tras un año de trabajo ya comienzan a serenarse. Es por esto que decidimos que en la hora de trabajo en el huerto Armando, Singso y Babo estuviesen en la cocina pelando los cacahuetes para cocinar.
Si el primer trabajo les gustaba poco, qué decir del segundo, pues
aquí ya no podían correr. Este momento comienza siempre por un poco de
ejercicio de nuestra parte, pues los pequeñajos se esconden, se suben
a los árboles o corren hasta que los pillamos. Una vez delante de los
cacahuetes se comen tres de cada cinco que pelan y el rato que están
allí quietos están enfadadísimos. EL francés que conocen es el que han
aprendido en los tres meses que llevan en el centro de ahí que no
resulte difícil imaginar la gracia que pueden tener sus
conversaciones. En primer lugar se enfadan con todos los que abandonan
el trabajo del huerto para ir a beber agua, se quejan si alguno se
encuentra enfermo ese día y empiezan a gritarle que delante de la
comida se les quitará la enfermedad. Se quejan de nosotros dos por
hacerlos trabajar y dicen que los blancos seríamos incapaces de pelar
cacahuetes como ellos tres juntos, aprovechan cualquiera que pasa por
allí para saludarlo y decirle que pese a lo que digan los otros ellos
trabajan más que nadie. Tras una jornada así de intensa, al escuchar
la campana salen corriendo con los bolsillos llenos de cacahuetes.
La alegría de estos tres pequeños, el cariño que nos dan, la gracia
incluso para protestar por el trabajo nos permite pasar un rato de
alegría en medio de la mañana.
Si todos los pequeños esfuerzos hacen realidad la familia de Bayaka,
también su pequeño trabajo cuenta, así como su sonrisa continua que
nos ayuda a afrontar la realidad con otra mirada. Estas 5 patas seguro que daran mucho que hablar…