Es increíble como una naturaleza tan salvaje, con estaciones tan extremas en cuanto a sequía absoluta o lluvias torrenciales, es capaz de dar tanto. Si tuviésemos que señalar una cosas bonita de esa naturaleza es que en todo momento, sea cual sea la estación, al menos siempre hay un árbol que tiene una flor. De la misma manera, cada época ofrece una vegetación que bien empleada permitirá hacer los tejados de las casas, los muros que servirán de límites, las canastas para recoger la cosecha, los toldos para secar el cereal, útiles de cocina e infinitas posibilidades.
Una de las cosas que crecen en este momento, son unas finísimas pajas que los niños aprovechan para hacer sombreros y canastos.
Este año, en Bayaka, hemos organizado un concurso. El premio será una camiseta que ya se discuten para quién será.
Como aún siguen creciendo estas pajas en el campo, cada día se marchan a buscarla y en los ratos libres las trenzan. De momento os mostramos a los niños en plena elaboración de sus artesanías. ¡¡¡Ya os contaremos quién será el ganador!!!
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