viernes, 24 de enero de 2014

Navidad 2013-14

Como os prometimos, en estos días de navidad aprovecharemos para poneros al día de las vivencias  de la familia de Bayaka en este último trimestre.
Si releemos  el último escrito que colgamos en el blog allá por el mes de octubre recordaréis que os contábamos que la experiencia de la “escuela de verano” fue clausurada por una fiesta junto a todos los niños, profesores y personal que participó en la misma.
Dos días más tarde daba comienzo el nuevo curso escolar 2013-2014 y, como cada año el día 2 de octubre nos vestimos con los trajes nuevos, matamos una oveja y festejamos que ese mismo día en 2010, los niños comenzaron a vivir en el Centro Charles Lwanga de Bayaka.
Este año hemos hecho una fiesta más grande, pues ya celebramos el 3º aniversario. Para los que habéis seguido las aventuras de esta familia y para nosotros que lo hemos vivido en primera línea no dudamos ni una pizca en que el motivo de la fiesta estaba más que sobrado. Aún sin olvidar las dificultades para educar a estos niños, las cosas que no han salido bien, el personal que no se ha adaptado al trabajo y algún que otro problema más, el motivo de la fiesta  fue por  las cosas
buenas recibidas.
La fiesta comenzó con una eucaristía en la que nos acompañaba el cura de nuestra parroquia, el vicario de la diócesis y el director de Caritas así como todos los niños y trabajadores del Centro. Los niños prepararon la celebración, la coral nos sorprendió con nuevos cantos y las niñas se estrenaban con un baile.
Tras la eucaristía pasamos a la gran sala donde pudimos disfrutar viendo las fotos de estos tres años juntos expuestas en un tablón.
Esto nos permitió ver cómo habían crecido los niños, pues algunos llegaron bien pequeños,  los logros en la escuela hasta consolidar un programa de alfabetización propio del Centro y prácticamente único en el país,  el paso de un pequeño huerto indi
colectivo con técnicas modernas de riego, todo el personal que trabajan como formadores o educadores  los amigos que nos han visitado y  que tanto nos han aportado, las visitas de autoridades  etc.  A continuación pasamos a contar y escuchar las experiencias de trabajadores y niños y ahí todos pudimos disfrutar mucho recordando tantas cosas que no se pueden ni registrar en una foto, por ejemplo como los niños llegaron sin saber francés y ahora todos se expresan correctamente, o cuando no había manera de hacer bajar a los niños de los árboles especialmente cuando teníamos una visita, o cuando se escapaban del Centro y pasaban varios días en el mercado, el hecho de que los niños no se lavaban o no lavaban su ropa y esto ya se ha convertido en un hábito, los valores conseguidos gracias al juego, las actividades artísticas, la coral, el deporte, las conversación educativas… infinidad de cosas que entre todos recordamos con alegría, pues formaban parte de este recorrido hecho juntos, y por las que sólo podemos dar gracias.
Parte de la decoración de la fiesta fueron  los trabajos de los niños, especialmente los realizados en la carpintería, los cuales fueron vendidos casi todos cuando la gente pudo verlos.
Un  encuentro así de festivo terminó con una bola de harina de arroz y una oveja de nuestra granja con la que todos pudimos rechupetearnos los dedos.
En la fiesta también tuvimos palabras de agradecimiento a todos vosotros, que nos sostenéis día a día  sólo por la energía que os transmiten nuestras palabras o por unas simples fotografías.
Todo esto solo puede servir para animarnos a todos a seguir trabajando juntos por este proyecto vidual a un gran huerto.
MUCHAS GRACIAS enganCHADos!!!!!!

¿PARA QUIÉN SERÁ ESTE ATAÚD?

Para algunos de los niños que siguen el taller de carpintería, este es su tercer año de formación.  Así que al iniciar este curso escolar pensamos tres cosas que podrían ser interesantes de aprender, pues
podrían ser un buen negocio en el mercado local. Lo primero sería hacer un salón, es decir un conjunto de sofás, a continuación se valoró importante saber hacer plafones, pues  cuando las casas no se construyen con paja si no se quiere dejar la chapa metálica directamente sobre la casa, el falso techo se fabrica con madera y en tercer lugar decidimos importante saber hacer un ataúd.
¿Por qué un ataúd? Como podréis imaginar no hay servicios de funeraria en este país. Cuando alguien se muere se envuelve en telas, a veces nuevas, otras veces no, y si ya se tiene algunos medios se compran unas maderas y allí mismo en el lugar del velatorio se fabrica una especie de cajón donde se mete el difunto. Sólo en las grandes ciudades como Ndjamena, Mondou o Kelo puedes encontrar un ataúd ya fabricado, pintado y de mejor calidad. Así pues saber hacer un ataúd podría ser otra manera de ganarse la vida.
 Esta parte del temario no fue fácil de entender para todo el personal  ni tampoco para los niños a quienes hubo que explicarle que aprender a hacer un ataúd no era llamar a la muerte, más bien una manera de ayudar a la familia  o a los vecinos cuando llegaba un caso de muerte.
Entre certezas y dudas de que esto era lo mejor decidieron empezar el curso por aquí. De la madera pasaron a la pintura simple, después lo decoraron con unos toques biselados de otra pintura, más tarde la tela brillante del interior, unos encajes en los bordes, una ventanita frente al rostro, también su cristal y luego un crucifijo dorado y unas asas. Tanto tiempo estuvo el ataúd en el taller de carpintería
que los profesores, acostumbrados a que esto se fabrique cuando alguien ya está muerto, se nos acercaron un día a decirnos que por favor lo terminásemos ya pues el muerto debería estar en muy mal estado.
Una vez terminado  los niños están contentos y orgullosos de su trabajo. Entre los trabajadores ha cambiado la aptitud inicial y ahora hay quien quiere comprar el ataúd y tenerlo guardado para cuando
fallezca uno de sus seres más queridos. Ante tales elogios la autoestima de los niños continúa aumentando y es aquí cuando se les ocurre decir que su ataúd está tan bien hecho que sólo podría ser para el jefe del cantón o para el obispo.
¡Vaya tela tienen estos niños! Les ayudas y te preparan hasta un ataúd!

miércoles, 8 de enero de 2014

FELIZ NAVIDAD DESDE BAYAKA

¡Hola a todos, familia, hermanos y amigos!

¿Qué tal estáis? Imaginamos que ya lo tendréis todo preparado para festejar la Navidad. Nosotros estamos de “vacaciones” desde el sábado por la tarde y de verdad,  que hemos esperado con mucha alegría  la llegada de este momento en el que nos concentramos en contaros los detalles de nuestra familia. Nos gustaría dedicaros unas letrillas a cada uno de los que en este año  que termina habéis vibrado junto a nosotros persiguiendo lo mejor para estos niños. Sólo quedan unas horas para celebrar la Navidad y nos resultaría difícil alcanzar esta meta, así que todos, los amigos de  Mollina, de Málaga y provincia, Madrid, Guadix, Zaragoza, Cartagena, Salamanca, Santander, Bélgica y Francia y los muchísimos que andáis por las diferentes partes del mundo no dudéis  que os tenemos presentes en estos momentos tan especiales.

        En este rinconcito, aún con un poco de agua y vegetación, pero enmarcado en el gran  desierto del Sahel vivir la navidad puede resultar aparentemente sencillo, pues no hay tele que nos repita que tenemos que vivir en aptitud de crisis, tampoco escaparates  que tienten nuestro deseo de tener cosas nuevas, el mercado local tiene lo que ahora produce la tierra, no hay más cantidad de comida ni tampoco algo diferente a lo del resto del año, no hay luces de navidad pero las noches siguen siendo chulísimas por los espectáculos que nos ofrece el cielo estrellado, casi tampoco serán días festivos pues el calendario se rige por las fiestas musulmanas.  Nadie nos enviará mensajes diciendo que se cumplan todo nuestros mejores deseos y que el año que venga esté cargado de paz, felicidad y amor.
En cambio, nuestro día a día en Chad, nos exige vivir cada momento con sentimientos de Navidad. Después de cinco meses sin tener ni un solo día de descanso, hoy disfrutamos del gran silencio que nos traen las vacaciones de los niños, contemplamos sus casas vacías, la escuela, los talleres, la granja, su huerto, el campo de fútbol, sus juegos y también pensamos en cada uno de ellos, en las situaciones que han vivido y en el camino que ahora están recorriendo junto a nosotros, damos gracias por el personal que trabaja aquí, pues a pesar de su escasa formación y las dificultades para comprendernos en el fondo persigue el sueño de que cada niño tenga un futuro mejor.

Aún  después de  llevar aquí casi cuatro años, todavía se nos pone la piel de gallina cuando valoramos el trabajo de esta Iglesia naciente y esta gente empobrecida y azotada por las continuas guerras. Creemos en la cara viva de las gentes del Sahel, pues a pesar de la dictadura encubierta, de las adversas condiciones climáticas, de las limitaciones para la educación y la salud son capaces de hacer grandes cosas, aunque a duras penas.

No tenemos wasap, ni internet siempre que lo deseamos, nuestro móvil aún es de botones, y la cámara de fotos se nos ha roto porque le ha entrado agua, pero ojalá pudiésemos enviaros cada una de las fotos que tenemos guardamos en nuestra retina y nos permiten vivir la Navidad en este medio, son fotos de escuelas que tienen buenos resultados, hospitales que salvan vidas, discapacitados que encuentran una prótesis, mujeres que pueden acceder a un crédito, pueblos a los que se les hace un pozo, un tomate que nace en medio del desierto, jóvenes que quieren ser cristianos etc.

Somos conscientes de que para realizar una misión así hay que estar lleno de una esperanza que solo puede venir de Dios. Para nosotros que continuamos esta iniciativa y para vosotros que la sostenéis y hacéis realidad, sólo el milagro de un Dios-hecho niño entre los hombres puede mantenernos viva la magia de  creer que un mundo nuevo es posible aún en medio de las peores condiciones.

Aprovechando las vacaciones queremos poneros al día de todo lo que hemos vivido en este último trimestre. ¡Visitad el blog siempre que podáis! …y  no olvidéis comeros 1 gamba, 1 mejillón y 1 loncha de jamón a nuestra salud.

Con cariño Pili, Sergio y los 45 niños de Bayaka.