sábado, 31 de diciembre de 2011

Langostas por Navidad


Llega Navidad y apetece comer gambas, langostas o cualquier tipo de animalito de esas características. Aquí en el Chad, aunque el mar nos quede muy lejos, el comercio exterior sea muy limitado y la falta de electricidad no permita los alimentos congelados también comemos gambas por navidad.

Bueno, gambas, gambas…lo que se dice gambas no, pero sí algo parecido.

Una de las muchas cosas diferentes de Chad y Europa es que no se encuentran todos los alimentos en todas las épocas del año. Esta circunstancia nos permite aprovechar las cosas propias de cada estación, es decir hay una estación en la que es imposible encontrar una sola pieza de fruta, mientras que hay otra en la que sólo podrías alimentarte de mangos, en otra se comen espinacas y maíz pero encontrar lechuga es difícil, tras la época de lluvias los huevos son escasos y carísimos, y en cambio hay otras cosas igualmente buenas. Se trata solo de ver qué da la tierra en ese momento, adaptarse y disfrutar de cada cosa.

Así pues ahora estamos en plena época de comer saltamontes, algo que siempre se rechaza cuando se desconoce hasta que un día alguien te los ofrece y dices: “¿por qué no?”

Riquísimos cuando están bien asados, crujientes y con un poco de limón y picante.

Para los niños es esta época un momento muy especial, pues nada más se quedan libres al terminar el colegio o el trabajo salen corriendo a los campos a buscarse unos saltamontes o “criquet” como dirían ellos, para asarlos y tomarse un aperitivo entre comidas. Las desbandadas para coger saltamontes han llegado a tal punto en el Centro que nos ha tocado poner un momento en el horario para coger los saltamontes y cocinarlos pues los niños comenzaban a saltarse el colegio y el trabajo para coger insectos. Una mañana de sábado notamos un silencio en el centro que no era normal, de pronto sentimos que estábamos solos. El trabajo de limpieza de sábado se había parado completamente para coger criquet. Por la noche nos tocó castigarlos sin película y a la mañana siguiente hubo quien hizo teatro diciendo que el saltamontes de su barriga les había dado el castigo y también la reflexión de no volver a desobedecer.

Entre el placer de saborear las cosas buenas y la diversión de ver quién encuentra más saltamontes también el Centro Educativo Charles Lwanga aprovecha para realizar la labor educativa que tiene por misión.

Con una buena brocheta lista para cocinar os despedimos desde Bayaka.

lunes, 26 de diciembre de 2011

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

A unas horas de celebrar la Navidad encontramos un
hueco para escribiros desde un tranquilo e
inhabitual Bayaka. Desde hace dos días estamos
haciendo viajes para dejar a los niños en casa de
algún familiar con el que puedan pasar la
navidad. Con nosotros han quedado cuatro niños, de
los más pequeños, para los que el Centro y nosotros
somos su único apoyo. El día dos de enero será el
regreso, unas vacaciones cortas pero justas para
saludar a una ” familia” que no siempre es lo que
debería ser.

Estas vacaciones han sido un momento esperado para todos, algunos
niños llevan en el Centro desde agosto, y otros, los más nuevos desde
el mes de octubre. Este ha sido un tirón largo de mucho trabajo en la
escuela, en los talleres profesionales, en el huerto y en el campo,
también de salidas, juegos, bastante ocio y algunas fiestas, pero
sobretodo de exprimir al máximo todo el potencial que cada uno lleva
dentro.
Finalmente, nosotros estamos cansados pero satisfechos por los
resultados alcanzados. Los que no sabían leer y escribir aprendieron
las primeras letras, los que ya sabían alcanzaron el nivel que
habíamos marcado. Los carpinteros fabricaron sus primeros bancos y
los costureros crearon sus propios pantalones. La cosecha fue exitosa
y sin que se comieran demasiados cacahuetes mientras los recolectaban.
Las zanahorias, tomates, cebollas, lechugas y espinacas del huerto ya
dan un verdor a la tierra que anima a los niños a seguir cuidando las
plantas cada día. Aquellos niños que el año pasado aún no terminaron
de encontrar su hueco en el centro logramos ayudarle a dar ese paso
que permite abrirte, afrontar la realidad y realizar cambios en ti.
También logramos formar un poco más a los trabajadores y así pudimos
ayudarle a cada niño según las necesidades específicas.
Al terminar el trimestre y el año agradecemos todos los pequeños y
grandes esfuerzos, las manos que colaboraron, la confianza depositada
y la esperanza que nos transmitisteis cuando sentimos lo difícil que
era ayudar a estos niños.

Juntos, Sergio, Pili y los treinta niños nos sentimos una sola familia
satisfecha del trabajo realizado y de los logros alcanzados.
Aprovechamos la Navidad para compartir con vosotros esta alegría y
desearos que el nacimiento de Dios-Niño como uno de estos de Bayaka os
llene de Amor.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Muchas manos y un gran corazón


Hoy queremos compartir sobre las personas e iniciativas que permiten que estemos aquí y que el trabajo que se está haciendo sea lo que es desde la comida, la escuela, la ropa, los materiales hasta los trabajadores que nos ayudan en la formación y educación de los niños.

“Un grupo de niños de Mollina se presentan a un concurso de carrozas para la feria. La mayor parte del trabajo la tienen que hacer los padres, pues algunos son demasiado pequeños. Después de tardes de decoración y de pensar cómo puede ser su carroza la mejor de la feria llega el día del desfile. Esto les había permitido disfrutar de muchos momentos de compartir juntos las bromas, las propuestas de unos y de otros, el trabajo etc. Lo que nunca pensaron es qué pasaría si ganaban el concurso. Este momento llegó y en medio de las distintas propuestas una niña levanta la mano y dice: “yo quiero mi parte. Se la voy a enviar a Pili y a Sergio a África” Sin dudarlo mucho los otros compañeros fueron uniéndose a la propuesta y decidieron dedicar todo el premio al Centro de acogida de niños en dificultad de Bayaka.

Confiamos en los niños porque gracias a ellos se pueden hacer muchas cosas con otros niños que mañana serán el futuro de este país.”

“Marina nos escribe un correo porque acaba de salir una convocatoria del grupo SCOUT para proyectos de cooperación al desarrollo. Son tres mil euros y el concurso está abierto a toda España. Sólo hay dos días para rellenar el formulario. En ese tiempo se nos rompe el convertidor de casa, que permite cargar la batería del ordenador. Como si fuera una broma tampoco hay cobertura en esos días y no podemos descargar las bases de la convocatoria. Para añadido de la situación es la semana final de curso y el trabajo es el triple que otras veces. Dudamos entre no presentarnos y ya nos las arreglaremos o ir a por todas aunque nos toque no dormir y viajar para cargar el ordenador y encontrar red. Optamos por la última opción y así redactamos un pequeño proyecto en papel que pasamos a ordenador en los 45 minutos de autonomía de nuestra batería, lo presentamos a Marina que lo retoca y envía rápido.

Al mes, estando en Camerún abrimos el correo y leemos que hemos ganado el 1% del presupuesto anual de la asociación ASDE (Scout de España) para realizar un huerto escolar y una zona de árboles frutales que nos permitirá introducir otros productos en la dieta de los niños, vender el excedente para obtener ingresos así como enseñar a los niños a crear su propio huerto.”

“La madre de nuestro amigo Jesús tiene un bar, y como es normal en casi todo bar español hay una hucha para recoger la propina. Cada año al cerrar las cuentas el dinero recogido lo destinan a Cáritas. En esta ocasión han escogido la misión de Sergio y Pili en el Chad. Gracias a esta aportación económica hemos podido contratar a cuatro jóvenes, de los cuales cada tarde vienen dos para acompañar a los niños en el juego, en el refuerzo escolar, en la higiene y en las tareas comunitarias. La labor que estos jóvenes chadianos hacen con los niños nunca podría ser realizada por nosotros por las diferencias culturales e idiomáticas. Su juventud, su alegría y su viveza, son un modelo a seguir para nuestro niños carentes de buenos referentes.”

Junto a estas tres grandes colaboraciones debemos incluir grandes y pequeños donativos en nuestro número de cuenta. Todos, desde los de 500 € hasta los de 5€ han sido invertidos directamente en el mantenimiento de los niños y en las actividades para su desarrollo educativo, profesional, psicológico y lúdico.

Además de las colaboraciones económicas tenemos que mencionar las alegrías que hemos recibido cuando hemos escrito a algún amigo para que comprase el CD y nos ha dicho que además de comprarlo él mismo lo ha vendido entre su grupo de amigos, cuando nuestra pequeña Carolina de Mollina nos dedicaba el cuento que había ganado en el concurso literario, cuando al abrir el blog nos hemos enterado de que algún amigo se ha organizado para hacer un concierto, un teatro a favor del centro o cualquier actividad benéfica por su propia iniciativa, o ese amigo que hace mucho tiempo que no encuentras, que hasta viajó fuera de España pero que un día te escribe para decirte “sigo la vida de la familia de Bayaka”.

Momentos así son los que te hacen vibrar, sentir que no estamos solos y que una misión tan bonita sigue calando a aquel que la conoce.

Gracias a tantos y tantas como nos apoyáis, seguís, colaboráis y hacéis todo lo posible para que esta familia siga creciendo.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Agradecimiento por el Concierto NAVIDARTE


Como de costumbre comenzamos saludando “desde el corazón de África” a todos los enganCHADos a esta familia, a esta misión y a este proyecto de hacer de este rincón de la tierra una auténtica Navidad durante todo el año.

Hace unos días viajábamos a Laï, capital de nuestra región y sede del obispado. Allí encontramos mejor conexión y tuvimos la oportunidad de abrir el blog y como cualquier otro enganCHADo más nos enteramos del acto benéfico de NAVI-DARTE . Como diríamos en Málaga nos dio un “subidón terrible”. Sentir que mucha gente en muchos lugares se apasiona por esta misión y pone sus dones al servicio de ella con la misma entrega que lo hacemos nosotros. Damos las gracias a Migueli, al MAC y a todos los que han hecho posible esta iniciativa y los que colaboráis con ella. Desde aquí os pedimos solidaridad con estos niños que hoy comparten su vida con nosotros y a los que la Iglesia nos ha confiado como familia, para darle su infancia y juventud, su educación y también su futuro.

En un país casi desértico, profundamente islamizado y fuertemente empobrecido ser niño y huérfano significa ser moneda de cambio, mano de obra barata u objeto despreciable. Entre nosotros están los últimos de este pueblo, unos fueron explotados laboralmente cuando quedaron huérfanos, otros despreciados al ser fruto de una relación polígama y hay quienes fueron vendidos y explotados.

Somos conscientes de que para emprender una misión así hay que estar lleno de una esperanza que solo puede venir de Dios. Para nosotros que continuamos esta iniciativa y para vosotros que la sostenéis y hacéis realidad, sólo el milagro de un Dios-hecho niño entre los hombres pude mantenernos viva la magia de creer que un mundo nuevo es posible aún en medio de las peores condiciones.

Que ojalá en nuestro corazón siempre sea BELÉN para que toda la tierra sea NAVIDAD.

Muchas gracias desde Bayaka, el Chad. África.

Sergio, Pili y los treinta niños

lunes, 5 de diciembre de 2011

Gritos, gritos y más gritos


Cada día a media tarde viene a casa un búho grande que se posa sobre las placas solares situadas arriba del depósito de agua del centro.
Desde que llega todos los niños se juntan alrededor del depósito y empiezan a gritar muy fuerte diferentes insultos, desde los menos duros hasta los más duros. El primer día salimos corriendo para ver por qué se estaban peleando y deseando la muerte. No había pelea y nos entramos. Al día siguiente a la misma hora ocurrió lo mismo, salimos y preguntamos por que tanto jaleo. Ellos nos gritaban algo que nosotros
no entendíamos y nosotros le pedíamos algo que también era inentendible para ellos.
Al tercer día ocurrió lo mismo. Al cuarto día se repitió de nuevo la situación. Varios días más tarde nos llamaron para explicarnos porqué no podían dejar de gritar ni de retirarse de alrededor del depósito de agua.
Resulta que cuando el búho se posa sobre las placas solares comienza a llorar. Si llora, un niño de Bayaka va a morir. Entonces ellos tienen que encargarse de que no llore y que además se marche lo más pronto posible de nuestra casa.
Les preguntamos quién les ha contado esa historia para intentar explicarles que el sonido del búho no tiene relación con ninguna desgracia. Nos responden con la entonación de una cosa evidente que se lo han dicho sus abuelas, o ¿es que nosotros no tenemos abuela que nos haya contado eso?

…ah!ah!ah! ¡Claro, siendo así…! Cada atardecer los niños de Bayaka gritan al búho todo tipo de insultos tratando de protegerse entre ellos.

Si vienes a Bayaka y escuchas a un grupo de niños gritando y haciendo mucho ruido no te asustes, es el búho que nos visita.