Si ayer no lo pudiste ver, hoy os dejo el enlace para que tú también seas parte implícita de la misión de estar "enganCHADos".
http://www.rtve.es/alacarta/videos/pueblo-de-dios/pueblo-dios-gran-familia-bayaka/2771257/
lunes, 22 de septiembre de 2014
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Programa PUEBLO DE DIOS de TVE 2
Informamos a todos los seguidores de este blog que el próximo DOMINGO 21 DE SEPTIEMBRE A LAS 11,30 HORAS se emitirá el reportaje realizado sobre el Proyecto del Centro Charles Lawnga de Bayaka (Chad) en el programa PUEBLO DE DIOS DE TVE 2.
DOMINGO 21 DE SEPTIEMBRE, 11.30 HORAS.
PROGRAMA: PUEBLO DE DIOS (TVE 2).
Enlace a un anticipo del reportaje:
http://www.rtve.es/television/20140911/gran-familia-bayaka/1009611.shtml
¡¡¡Rogamos lo difundáis entre vuestros contactos!!!
¡Gracias por vuestra colaboración, enganchad@s!
DOMINGO 21 DE SEPTIEMBRE, 11.30 HORAS.
PROGRAMA: PUEBLO DE DIOS (TVE 2).
Enlace a un anticipo del reportaje:
http://www.rtve.es/television/20140911/gran-familia-bayaka/1009611.shtml
¡¡¡Rogamos lo difundáis entre vuestros contactos!!!
¡Gracias por vuestra colaboración, enganchad@s!
viernes, 7 de febrero de 2014
Algunos cambios
Como ya es normal en vacaciones solemos aprovechar que los niños no están en el Centro para hacer algunos trabajos que implican pintura, cemento, cola o algún material por el estilo, pues les encanta eso de meter el dedo cuando el material está todavía húmedo, llenárselo y dejarlo señalado en otro sitio donde se note. Después de ver sus pequeñas huellas de pintura verde sobre un fondo blanco, rallar con las uñas la cola aún mojada o poner el nombre en el cemento húmedo, hemos comprendido que es imposible cambiar esto o mejor dicho preferimos que sigan siendo así de divertidos pero hacer las reformas en los tiempos de vacaciones.
Durante el período de Navidad hemos aprovechado para decorar la puerta principal con el logo del Centro y plantar pequeños árboles en la ruta de entrada para que se quede más marcada. El cartel que hay en el camino también se ha pintado y ahora ya puede verse desde cierta distancia.
En el comedor, o gran sala como solemos llamarlo, las mesas ya eran insuficientes y hemos construido otras tres para los nuevos y futuros niños que llegarán al Centro.
El detalle más simbólico y especial para nosotros es la pequeña estatua de una virgen. Este regalo nos ha llegado desde Mollina en la mochila de nuestros padres. Ha sido creada por nuestro amigo Kurzt,
todo un artista que ha sabido dar forma a nuestro deseo de que esta casa siempre tenga una madre y lejos de ser una institución sea lo más parecido a un hogar. La imagen ha sido bien recibida entre la
gente del entorno, que vienen a visitarla, y entre los niños, quienes a su vuelta de vacaciones decidieron coronarla con unos trozos de alambres dorados.
Como podeis ver a estos peques no les falta al imaginación y quien somos nosotros para ponerle trabas, asi que como todo en esta casa, lleva su marca de calidad
Durante el período de Navidad hemos aprovechado para decorar la puerta principal con el logo del Centro y plantar pequeños árboles en la ruta de entrada para que se quede más marcada. El cartel que hay en el camino también se ha pintado y ahora ya puede verse desde cierta distancia.
En el comedor, o gran sala como solemos llamarlo, las mesas ya eran insuficientes y hemos construido otras tres para los nuevos y futuros niños que llegarán al Centro.
El detalle más simbólico y especial para nosotros es la pequeña estatua de una virgen. Este regalo nos ha llegado desde Mollina en la mochila de nuestros padres. Ha sido creada por nuestro amigo Kurzt,
todo un artista que ha sabido dar forma a nuestro deseo de que esta casa siempre tenga una madre y lejos de ser una institución sea lo más parecido a un hogar. La imagen ha sido bien recibida entre la
gente del entorno, que vienen a visitarla, y entre los niños, quienes a su vuelta de vacaciones decidieron coronarla con unos trozos de alambres dorados.
Como podeis ver a estos peques no les falta al imaginación y quien somos nosotros para ponerle trabas, asi que como todo en esta casa, lleva su marca de calidad
Los primeros alumnos externos de Bayaka
Hoy queremos presentaros a los alumnos externos. Una de las metas que al llegar a Bayaka nos proponíamos junto al obispo. Se trataba de que un grupo de alumnos asistiesen a las clases pagando una cantidad mínima que serviría para cubrir sus gastos y al mismo tiempo los niños internos se podrían relacionar con otros niños del entorno. Esta idea, como tantas otras al principio, nos pareció difícil de organizar, pues no conocíamos a nadie, cómo serían estos niños ni tampoco qué criterios se necesitarían para esto.
En esta etapa de nuestra vida misionera vamos conociendo que no todas las cosas se aprenden de un golpe, ni siquiera si alguien pudiese anticiparse para explicártelas podrías entenderlas, pues hay cosas que aprenderás cuando hayas vivido lo que hoy tienes que ser y hacer con lo cual mejor no perder la paciencia o agobiarte por el futuro. Baste a cada día su afán.
En esta etapa de nuestra vida misionera vamos conociendo que no todas las cosas se aprenden de un golpe, ni siquiera si alguien pudiese anticiparse para explicártelas podrías entenderlas, pues hay cosas que aprenderás cuando hayas vivido lo que hoy tienes que ser y hacer con lo cual mejor no perder la paciencia o agobiarte por el futuro. Baste a cada día su afán.
Así pues durante el Curso de Verano el profesor de carpintería fue viendo que había algunos niños habilidosos. Al finalizar el curso les pedimos a los profesores una lista de mejores alumnos. El número propuesto era adecuado, seis carpinteros y cinco costureras y de esta forma pensamos que podrían continuar su formación los que serían los primeros alumnos externos del Centro Educativo Charles Lwanga. Tanto los niños como las niñas pertenecen a las dos escuelas vecinas a las
que estamos apoyando. Convocamos a los profesores y al AMPA y les presentamos la idea, ante
la cual se manifestaron agradecidos y dispuestos a colaborar.
Invitamos a los padres de los alumnos elegidos a visitar los talleres y el Centro y así conocer qué iban a hacer sus hijos, de esta manera su implicación sería mayor. “Hicimos números” y vimos que los gastos por admitir a estos alumnos no eran muy grandes para el Centro, pues el profesor, los útiles y las máquinas son las mismas, lo que varía es el material que necesitan para hacer los trabajos, con lo cual acordamos que se formarían de manera gratuita y como aportación de los niños, el Centro dispondría de los productos que fabricasen para su venta.
Hasta el momento sólo podemos disfrutar con estos chavales pues sólo el hecho de pertenecer a una familia normalizada les da un carácter tan agradable que beneficia muchísimo a nuestros niños carentes de un hogar. Además ellos son conscientes de esta gran oportunidad con la que están contentísimos.
Aquí os dejamos la foto que nos hacíamos el día de la fiesta de clausura de fin del primer trimestre.
Entre los chicos veréis a nuestro amigo Anatol, de quien os hablábamos durante la escuela de verano. Él no estaba en esa lista de niños mejor capacitados para la carpintería y cuando se enteró de que admitiríamos a alumnos externos vino y nos preguntó si él podría venir. Fue una pregunta difícil de responder y aunque se lo explicamos no se quedó convencido. Al día siguiente vino y nos trajo unos pequeños paquetitos de azúcar, leche y nescafé de la tienda de su abuelo y no volvió a preguntar nada aunque sí esperaba una respuesta afirmativa para venir al taller de carpintería, al día siguiente volvió a venir con otros paquetitos de azúcar y galletas y como seguíamos sin darle respuesta,
al tercer día decidió no traernos nada y venir directamente al taller de carpintería. Una tarde vemos que hay un caballo que pareciera querer coger el serrucho, preguntamos y así fue como conocimos que nuestro amigo Anatol se había autoadmitido en el taller. Él viene cada día en su caballo y mientras está en el taller lo deja atado a un árbol para luego hacer los cuatro kilómetros de vuelta a su casa.
¡Cómo pudimos reírnos cuando conocimos esta historia! Evidentemente lo
que estamos apoyando. Convocamos a los profesores y al AMPA y les presentamos la idea, ante
la cual se manifestaron agradecidos y dispuestos a colaborar.
Invitamos a los padres de los alumnos elegidos a visitar los talleres y el Centro y así conocer qué iban a hacer sus hijos, de esta manera su implicación sería mayor. “Hicimos números” y vimos que los gastos por admitir a estos alumnos no eran muy grandes para el Centro, pues el profesor, los útiles y las máquinas son las mismas, lo que varía es el material que necesitan para hacer los trabajos, con lo cual acordamos que se formarían de manera gratuita y como aportación de los niños, el Centro dispondría de los productos que fabricasen para su venta.
Hasta el momento sólo podemos disfrutar con estos chavales pues sólo el hecho de pertenecer a una familia normalizada les da un carácter tan agradable que beneficia muchísimo a nuestros niños carentes de un hogar. Además ellos son conscientes de esta gran oportunidad con la que están contentísimos.
Aquí os dejamos la foto que nos hacíamos el día de la fiesta de clausura de fin del primer trimestre.
Entre los chicos veréis a nuestro amigo Anatol, de quien os hablábamos durante la escuela de verano. Él no estaba en esa lista de niños mejor capacitados para la carpintería y cuando se enteró de que admitiríamos a alumnos externos vino y nos preguntó si él podría venir. Fue una pregunta difícil de responder y aunque se lo explicamos no se quedó convencido. Al día siguiente vino y nos trajo unos pequeños paquetitos de azúcar, leche y nescafé de la tienda de su abuelo y no volvió a preguntar nada aunque sí esperaba una respuesta afirmativa para venir al taller de carpintería, al día siguiente volvió a venir con otros paquetitos de azúcar y galletas y como seguíamos sin darle respuesta,
al tercer día decidió no traernos nada y venir directamente al taller de carpintería. Una tarde vemos que hay un caballo que pareciera querer coger el serrucho, preguntamos y así fue como conocimos que nuestro amigo Anatol se había autoadmitido en el taller. Él viene cada día en su caballo y mientras está en el taller lo deja atado a un árbol para luego hacer los cuatro kilómetros de vuelta a su casa.
¡Cómo pudimos reírnos cuando conocimos esta historia! Evidentemente lo
hemos incluido entre los alumnos externos.
viernes, 24 de enero de 2014
Navidad 2013-14
Como os prometimos, en estos días de navidad aprovecharemos para poneros al día de las vivencias de la familia de Bayaka en este último trimestre.
Si releemos el último escrito que colgamos en el blog allá por el mes de octubre recordaréis que os contábamos que la experiencia de la “escuela de verano” fue clausurada por una fiesta junto a todos los niños, profesores y personal que participó en la misma.
Dos días más tarde daba comienzo el nuevo curso escolar 2013-2014 y, como cada año el día 2 de octubre nos vestimos con los trajes nuevos, matamos una oveja y festejamos que ese mismo día en 2010, los niños comenzaron a vivir en el Centro Charles Lwanga de Bayaka.
Este año hemos hecho una fiesta más grande, pues ya celebramos el 3º aniversario. Para los que habéis seguido las aventuras de esta familia y para nosotros que lo hemos vivido en primera línea no dudamos ni una pizca en que el motivo de la fiesta estaba más que sobrado. Aún sin olvidar las dificultades para educar a estos niños, las cosas que no han salido bien, el personal que no se ha adaptado al trabajo y algún que otro problema más, el motivo de la fiesta fue por las cosas
buenas recibidas.
La fiesta comenzó con una eucaristía en la que nos acompañaba el cura de nuestra parroquia, el vicario de la diócesis y el director de Caritas así como todos los niños y trabajadores del Centro. Los niños prepararon la celebración, la coral nos sorprendió con nuevos cantos y las niñas se estrenaban con un baile.
Tras la eucaristía pasamos a la gran sala donde pudimos disfrutar viendo las fotos de estos tres años juntos expuestas en un tablón.
Esto nos permitió ver cómo habían crecido los niños, pues algunos llegaron bien pequeños, los logros en la escuela hasta consolidar un programa de alfabetización propio del Centro y prácticamente único en el país, el paso de un pequeño huerto indi
colectivo con técnicas modernas de riego, todo el personal que trabajan como formadores o educadores los amigos que nos han visitado y que tanto nos han aportado, las visitas de autoridades etc. A continuación pasamos a contar y escuchar las experiencias de trabajadores y niños y ahí todos pudimos disfrutar mucho recordando tantas cosas que no se pueden ni registrar en una foto, por ejemplo como los niños llegaron sin saber francés y ahora todos se expresan correctamente, o cuando no había manera de hacer bajar a los niños de los árboles especialmente cuando teníamos una visita, o cuando se escapaban del Centro y pasaban varios días en el mercado, el hecho de que los niños no se lavaban o no lavaban su ropa y esto ya se ha convertido en un hábito, los valores conseguidos gracias al juego, las actividades artísticas, la coral, el deporte, las conversación educativas… infinidad de cosas que entre todos recordamos con alegría, pues formaban parte de este recorrido hecho juntos, y por las que sólo podemos dar gracias.
Parte de la decoración de la fiesta fueron los trabajos de los niños, especialmente los realizados en la carpintería, los cuales fueron vendidos casi todos cuando la gente pudo verlos.
Un encuentro así de festivo terminó con una bola de harina de arroz y una oveja de nuestra granja con la que todos pudimos rechupetearnos los dedos.
En la fiesta también tuvimos palabras de agradecimiento a todos vosotros, que nos sostenéis día a día sólo por la energía que os transmiten nuestras palabras o por unas simples fotografías.
Todo esto solo puede servir para animarnos a todos a seguir trabajando juntos por este proyecto vidual a un gran huerto.
MUCHAS GRACIAS enganCHADos!!!!!!
Si releemos el último escrito que colgamos en el blog allá por el mes de octubre recordaréis que os contábamos que la experiencia de la “escuela de verano” fue clausurada por una fiesta junto a todos los niños, profesores y personal que participó en la misma.
Dos días más tarde daba comienzo el nuevo curso escolar 2013-2014 y, como cada año el día 2 de octubre nos vestimos con los trajes nuevos, matamos una oveja y festejamos que ese mismo día en 2010, los niños comenzaron a vivir en el Centro Charles Lwanga de Bayaka.
Este año hemos hecho una fiesta más grande, pues ya celebramos el 3º aniversario. Para los que habéis seguido las aventuras de esta familia y para nosotros que lo hemos vivido en primera línea no dudamos ni una pizca en que el motivo de la fiesta estaba más que sobrado. Aún sin olvidar las dificultades para educar a estos niños, las cosas que no han salido bien, el personal que no se ha adaptado al trabajo y algún que otro problema más, el motivo de la fiesta fue por las cosas
buenas recibidas.
La fiesta comenzó con una eucaristía en la que nos acompañaba el cura de nuestra parroquia, el vicario de la diócesis y el director de Caritas así como todos los niños y trabajadores del Centro. Los niños prepararon la celebración, la coral nos sorprendió con nuevos cantos y las niñas se estrenaban con un baile.
Tras la eucaristía pasamos a la gran sala donde pudimos disfrutar viendo las fotos de estos tres años juntos expuestas en un tablón.
Esto nos permitió ver cómo habían crecido los niños, pues algunos llegaron bien pequeños, los logros en la escuela hasta consolidar un programa de alfabetización propio del Centro y prácticamente único en el país, el paso de un pequeño huerto indi
colectivo con técnicas modernas de riego, todo el personal que trabajan como formadores o educadores los amigos que nos han visitado y que tanto nos han aportado, las visitas de autoridades etc. A continuación pasamos a contar y escuchar las experiencias de trabajadores y niños y ahí todos pudimos disfrutar mucho recordando tantas cosas que no se pueden ni registrar en una foto, por ejemplo como los niños llegaron sin saber francés y ahora todos se expresan correctamente, o cuando no había manera de hacer bajar a los niños de los árboles especialmente cuando teníamos una visita, o cuando se escapaban del Centro y pasaban varios días en el mercado, el hecho de que los niños no se lavaban o no lavaban su ropa y esto ya se ha convertido en un hábito, los valores conseguidos gracias al juego, las actividades artísticas, la coral, el deporte, las conversación educativas… infinidad de cosas que entre todos recordamos con alegría, pues formaban parte de este recorrido hecho juntos, y por las que sólo podemos dar gracias.
Parte de la decoración de la fiesta fueron los trabajos de los niños, especialmente los realizados en la carpintería, los cuales fueron vendidos casi todos cuando la gente pudo verlos.
Un encuentro así de festivo terminó con una bola de harina de arroz y una oveja de nuestra granja con la que todos pudimos rechupetearnos los dedos.
En la fiesta también tuvimos palabras de agradecimiento a todos vosotros, que nos sostenéis día a día sólo por la energía que os transmiten nuestras palabras o por unas simples fotografías.
Todo esto solo puede servir para animarnos a todos a seguir trabajando juntos por este proyecto vidual a un gran huerto.
MUCHAS GRACIAS enganCHADos!!!!!!
¿PARA QUIÉN SERÁ ESTE ATAÚD?
Para algunos de los niños que siguen el taller de carpintería, este es su tercer año de formación. Así que al iniciar este curso escolar pensamos tres cosas que podrían ser interesantes de aprender, pues
podrían ser un buen negocio en el mercado local. Lo primero sería hacer un salón, es decir un conjunto de sofás, a continuación se valoró importante saber hacer plafones, pues cuando las casas no se construyen con paja si no se quiere dejar la chapa metálica directamente sobre la casa, el falso techo se fabrica con madera y en tercer lugar decidimos importante saber hacer un ataúd.
¿Por qué un ataúd? Como podréis imaginar no hay servicios de funeraria en este país. Cuando alguien se muere se envuelve en telas, a veces nuevas, otras veces no, y si ya se tiene algunos medios se compran unas maderas y allí mismo en el lugar del velatorio se fabrica una especie de cajón donde se mete el difunto. Sólo en las grandes ciudades como Ndjamena, Mondou o Kelo puedes encontrar un ataúd ya fabricado, pintado y de mejor calidad. Así pues saber hacer un ataúd podría ser otra manera de ganarse la vida.
Esta parte del temario no fue fácil de entender para todo el personal ni tampoco para los niños a quienes hubo que explicarle que aprender a hacer un ataúd no era llamar a la muerte, más bien una manera de ayudar a la familia o a los vecinos cuando llegaba un caso de muerte.
Entre certezas y dudas de que esto era lo mejor decidieron empezar el curso por aquí. De la madera pasaron a la pintura simple, después lo decoraron con unos toques biselados de otra pintura, más tarde la tela brillante del interior, unos encajes en los bordes, una ventanita frente al rostro, también su cristal y luego un crucifijo dorado y unas asas. Tanto tiempo estuvo el ataúd en el taller de carpintería
que los profesores, acostumbrados a que esto se fabrique cuando alguien ya está muerto, se nos acercaron un día a decirnos que por favor lo terminásemos ya pues el muerto debería estar en muy mal estado.
Una vez terminado los niños están contentos y orgullosos de su trabajo. Entre los trabajadores ha cambiado la aptitud inicial y ahora hay quien quiere comprar el ataúd y tenerlo guardado para cuando
fallezca uno de sus seres más queridos. Ante tales elogios la autoestima de los niños continúa aumentando y es aquí cuando se les ocurre decir que su ataúd está tan bien hecho que sólo podría ser para el jefe del cantón o para el obispo.
¡Vaya tela tienen estos niños! Les ayudas y te preparan hasta un ataúd!
podrían ser un buen negocio en el mercado local. Lo primero sería hacer un salón, es decir un conjunto de sofás, a continuación se valoró importante saber hacer plafones, pues cuando las casas no se construyen con paja si no se quiere dejar la chapa metálica directamente sobre la casa, el falso techo se fabrica con madera y en tercer lugar decidimos importante saber hacer un ataúd.
¿Por qué un ataúd? Como podréis imaginar no hay servicios de funeraria en este país. Cuando alguien se muere se envuelve en telas, a veces nuevas, otras veces no, y si ya se tiene algunos medios se compran unas maderas y allí mismo en el lugar del velatorio se fabrica una especie de cajón donde se mete el difunto. Sólo en las grandes ciudades como Ndjamena, Mondou o Kelo puedes encontrar un ataúd ya fabricado, pintado y de mejor calidad. Así pues saber hacer un ataúd podría ser otra manera de ganarse la vida.
Esta parte del temario no fue fácil de entender para todo el personal ni tampoco para los niños a quienes hubo que explicarle que aprender a hacer un ataúd no era llamar a la muerte, más bien una manera de ayudar a la familia o a los vecinos cuando llegaba un caso de muerte.
Entre certezas y dudas de que esto era lo mejor decidieron empezar el curso por aquí. De la madera pasaron a la pintura simple, después lo decoraron con unos toques biselados de otra pintura, más tarde la tela brillante del interior, unos encajes en los bordes, una ventanita frente al rostro, también su cristal y luego un crucifijo dorado y unas asas. Tanto tiempo estuvo el ataúd en el taller de carpintería
que los profesores, acostumbrados a que esto se fabrique cuando alguien ya está muerto, se nos acercaron un día a decirnos que por favor lo terminásemos ya pues el muerto debería estar en muy mal estado.
Una vez terminado los niños están contentos y orgullosos de su trabajo. Entre los trabajadores ha cambiado la aptitud inicial y ahora hay quien quiere comprar el ataúd y tenerlo guardado para cuando
fallezca uno de sus seres más queridos. Ante tales elogios la autoestima de los niños continúa aumentando y es aquí cuando se les ocurre decir que su ataúd está tan bien hecho que sólo podría ser para el jefe del cantón o para el obispo.
¡Vaya tela tienen estos niños! Les ayudas y te preparan hasta un ataúd!
miércoles, 8 de enero de 2014
FELIZ NAVIDAD DESDE BAYAKA
¡Hola a todos, familia, hermanos y amigos!
En este rinconcito, aún con un poco de agua y vegetación, pero enmarcado en el gran desierto del Sahel vivir la navidad puede resultar aparentemente sencillo, pues no hay tele que nos repita que tenemos que vivir en aptitud de crisis, tampoco escaparates que tienten nuestro deseo de tener cosas nuevas, el mercado local tiene lo que ahora produce la tierra, no hay más cantidad de comida ni tampoco algo diferente a lo del resto del año, no hay luces de navidad pero las noches siguen siendo chulísimas por los espectáculos que nos ofrece el cielo estrellado, casi tampoco serán días festivos pues el calendario se rige por las fiestas musulmanas. Nadie nos enviará mensajes diciendo que se cumplan todo nuestros mejores deseos y que el año que venga esté cargado de paz, felicidad y amor.
En cambio, nuestro día a día en Chad, nos exige vivir cada momento con sentimientos de Navidad. Después de cinco meses sin tener ni un solo día de descanso, hoy disfrutamos del gran silencio que nos traen las vacaciones de los niños, contemplamos sus casas vacías, la escuela, los talleres, la granja, su huerto, el campo de fútbol, sus juegos y también pensamos en cada uno de ellos, en las situaciones que han vivido y en el camino que ahora están recorriendo junto a nosotros, damos gracias por el personal que trabaja aquí, pues a pesar de su escasa formación y las dificultades para comprendernos en el fondo persigue el sueño de que cada niño tenga un futuro mejor.
Aún después de llevar aquí casi cuatro años, todavía se nos pone la piel de gallina cuando valoramos el trabajo de esta Iglesia naciente y esta gente empobrecida y azotada por las continuas guerras. Creemos en la cara viva de las gentes del Sahel, pues a pesar de la dictadura encubierta, de las adversas condiciones climáticas, de las limitaciones para la educación y la salud son capaces de hacer grandes cosas, aunque a duras penas.
No tenemos wasap, ni internet siempre que lo deseamos, nuestro móvil aún es de botones, y la cámara de fotos se nos ha roto porque le ha entrado agua, pero ojalá pudiésemos enviaros cada una de las fotos que tenemos guardamos en nuestra retina y nos permiten vivir la Navidad en este medio, son fotos de escuelas que tienen buenos resultados, hospitales que salvan vidas, discapacitados que encuentran una prótesis, mujeres que pueden acceder a un crédito, pueblos a los que se les hace un pozo, un tomate que nace en medio del desierto, jóvenes que quieren ser cristianos etc.
Somos conscientes de que para realizar una misión así hay que estar lleno de una esperanza que solo puede venir de Dios. Para nosotros que continuamos esta iniciativa y para vosotros que la sostenéis y hacéis realidad, sólo el milagro de un Dios-hecho niño entre los hombres puede mantenernos viva la magia de creer que un mundo nuevo es posible aún en medio de las peores condiciones.
Aprovechando las vacaciones queremos poneros al día de todo lo que hemos vivido en este último trimestre. ¡Visitad el blog siempre que podáis! …y no olvidéis comeros 1 gamba, 1 mejillón y 1 loncha de jamón a nuestra salud.
Con cariño Pili, Sergio y los 45 niños de Bayaka.
¿Qué tal estáis? Imaginamos que ya lo tendréis todo preparado para festejar la Navidad. Nosotros estamos de “vacaciones” desde el sábado por la tarde y de verdad, que hemos esperado con mucha alegría la llegada de este momento en el que nos concentramos en contaros los detalles de nuestra familia. Nos gustaría dedicaros unas letrillas a cada uno de los que en este año que termina habéis vibrado junto a nosotros persiguiendo lo mejor para estos niños. Sólo quedan unas horas para celebrar la Navidad y nos resultaría difícil alcanzar esta meta, así que todos, los amigos de Mollina, de Málaga y provincia, Madrid, Guadix, Zaragoza, Cartagena, Salamanca, Santander, Bélgica y Francia y los muchísimos que andáis por las diferentes partes del mundo no dudéis que os tenemos presentes en estos momentos tan especiales.
En este rinconcito, aún con un poco de agua y vegetación, pero enmarcado en el gran desierto del Sahel vivir la navidad puede resultar aparentemente sencillo, pues no hay tele que nos repita que tenemos que vivir en aptitud de crisis, tampoco escaparates que tienten nuestro deseo de tener cosas nuevas, el mercado local tiene lo que ahora produce la tierra, no hay más cantidad de comida ni tampoco algo diferente a lo del resto del año, no hay luces de navidad pero las noches siguen siendo chulísimas por los espectáculos que nos ofrece el cielo estrellado, casi tampoco serán días festivos pues el calendario se rige por las fiestas musulmanas. Nadie nos enviará mensajes diciendo que se cumplan todo nuestros mejores deseos y que el año que venga esté cargado de paz, felicidad y amor.
En cambio, nuestro día a día en Chad, nos exige vivir cada momento con sentimientos de Navidad. Después de cinco meses sin tener ni un solo día de descanso, hoy disfrutamos del gran silencio que nos traen las vacaciones de los niños, contemplamos sus casas vacías, la escuela, los talleres, la granja, su huerto, el campo de fútbol, sus juegos y también pensamos en cada uno de ellos, en las situaciones que han vivido y en el camino que ahora están recorriendo junto a nosotros, damos gracias por el personal que trabaja aquí, pues a pesar de su escasa formación y las dificultades para comprendernos en el fondo persigue el sueño de que cada niño tenga un futuro mejor.
Aún después de llevar aquí casi cuatro años, todavía se nos pone la piel de gallina cuando valoramos el trabajo de esta Iglesia naciente y esta gente empobrecida y azotada por las continuas guerras. Creemos en la cara viva de las gentes del Sahel, pues a pesar de la dictadura encubierta, de las adversas condiciones climáticas, de las limitaciones para la educación y la salud son capaces de hacer grandes cosas, aunque a duras penas.
No tenemos wasap, ni internet siempre que lo deseamos, nuestro móvil aún es de botones, y la cámara de fotos se nos ha roto porque le ha entrado agua, pero ojalá pudiésemos enviaros cada una de las fotos que tenemos guardamos en nuestra retina y nos permiten vivir la Navidad en este medio, son fotos de escuelas que tienen buenos resultados, hospitales que salvan vidas, discapacitados que encuentran una prótesis, mujeres que pueden acceder a un crédito, pueblos a los que se les hace un pozo, un tomate que nace en medio del desierto, jóvenes que quieren ser cristianos etc.
Somos conscientes de que para realizar una misión así hay que estar lleno de una esperanza que solo puede venir de Dios. Para nosotros que continuamos esta iniciativa y para vosotros que la sostenéis y hacéis realidad, sólo el milagro de un Dios-hecho niño entre los hombres puede mantenernos viva la magia de creer que un mundo nuevo es posible aún en medio de las peores condiciones.
Aprovechando las vacaciones queremos poneros al día de todo lo que hemos vivido en este último trimestre. ¡Visitad el blog siempre que podáis! …y no olvidéis comeros 1 gamba, 1 mejillón y 1 loncha de jamón a nuestra salud.
Con cariño Pili, Sergio y los 45 niños de Bayaka.
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