Mirad a este chaval. Él es uno de los muchos niños que viven en el camino de Bayaka a Kelo y que nos saluda con la mano cuando pasamos en coche. Ahora sabemos que pertenece a la escuela de Dobing y vive a unos cinco Kilómetros del Centro. Sólo lleva mes y medio entre nosotros… y sólo su cara ya nos despierta cariño. Imaginaos cómo de anchos nos hemos puestos esta tarde cuando Anatol, que así se llama, nos ha pedido hablar con nosotros en el despacho, nos ha pedido “venir a vivir con nosotros para siempre porque en el Centro se está muy bien”.
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