viernes, 25 de octubre de 2013

Moisés

Moisés es el canijo este de la foto. Un día otro amigo me trajo su pañoleta para decir que Moisés no volvería más al Centro. Nos quedamos sorprendidos, pues nadie nos había hablado de problemas entre los niños. Hablamos con el amigo para que Moisés viniese a hablar con nosotros pero nunca vino. Tres semanas más tarde, un domingo bien temprano Moisés volvía al Centro y nos explicaba que durante el tiempo que había faltado su padre había tenido más trabajo en el campo y le prohibió venir al curso de verano. Él pedía recuperar las clases aún sabiendo que había pasado demasiado tiempo.
¡Qué menos que darle un abrazo y decidle: toma tu pañoleta y siéntate entre  nosotros!
Resulta duro escuchar estas realidades de pobreza y analfabetismo para nosotros, los pocos, que vivimos un siglo XXI diferente. No tenemos más palabras para interpretar los hechos, ojalá que no nos acostumbremos a estas historias.

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