Así llamamos aquí a los diez días de vacaciones que ahora disfrutamos.
No son vacaciones de Semana Santa, tampoco de Pascua, quizá más bien de Cuaresma, pero en un país de mayoría musulmana la Semana Santa hay que pasarla trabajando porque las vacaciones las hemos disfrutado dos semanas antes. Tampoco se pueden planificar con mucho tiempo de antelación pues aquí no existe el calendario escolar ni posibilidades de hacerlo ya que las fiestas, que en su mayoría son musulmanas, dependen de la luna o de otros factores.
En esta ocasión las vacaciones eran muy ansiadas por los profesores,nosotros y los niños que desde navidad no habían podido ir a sus pueblos. Como ya sabeis los niños vienen de toda la región de la Tandjilé y llegar a todos los destinos no es cosa Fácil en una región tan grande como Andalucía donde no existe medios de transporte
públicos. Para organizar la salida nos tocó comenzar a llamar a curas, monjas y demás personal de la diócesis para ponernos de acuerdo y aprovechar todas las combinaciones posibles. En resumen los de Kelo, que queda a 7 km. se van a pie, los de Dogou, que queda a 10 km. viene el cura del pueblo, los de Dono Manga que además de quedar muy lejos tiene un camino terrible se van con las monjas, con las que hacemos coincidir el viaje para economizar recursos, a nosotros nos toca viajar a LaÏ haciendo escala en Bere para dejar a tres niñas, ellas tendrán que esperar al catequista, pasar la noche en su casa y al día siguiente ir a pie hasta las aldeas De Calme y Delbrian. En Laï trataremos de alquilar una moto para Mika que tiene que ir a Deresia, a más distancia que Dono Manga y con una carretera aún peor. El viaje con la camioneta llena de niños es fantástico, unos se duermen, otros no pueden esperar y hay que parar para hacer necesidades, hay expresiones que te hacen reír como quien grita “Sergio corre, atropella al cerdo y nos lo comemos” van saludando a todo el mundo, y están muy contentos porque nuestra escuela ha dado las vacaciones antes de medio día y así podrán llegar antes a sus destinos.
Esta salida de vacaciones ha sido bastante movida, especialmente para nosotros, pues los nervios le llevaron a acostarse más tarde de lo habitual cantando y bailando y a levantarse a las 5 de la mañana para seguir danzando.
Las salidas por vacaciones no siempre son lo que se desea pues hay quien encuentra a algún miembro de su familia que lo espera, y eso en África se vive intensamente, a todos les tocará reducir las comidas de tres a una sola, para otros significará salir de Bayaka para vivir con esa libertad que da la calle o el mercado y entre estos tememos a los que estarán obligados a quedarse en la calle porque nadie les recibirá.
En estos momentos palpamos una vez más su situación de vulnerabilidad, pues nadie de sus parientes vendrá a recogerlos o se ofrecerá para pagar el viaje o les estará esperando para comprarles al menos una chanclas nuevas.
En diez días volverán con sus viejas bolsas igual de vacías que hoy, seguramente bastante más delgados y muy contentos de estar de nuevo en Bayaka. Mientras tanto a nosotros nos han dejado el tiempo suficiente de descansar y sentir de nuevo el deseo de verlos corretear, gritar, subirse a los árboles o montar a los animales de tres en tres.
Desde la tranquilidad de Bayaka Sergio y Pili enganCHAD2 a la misión
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