La situación se planteaba difícil de resolver, y más aún porque en este rincón del mundo no existe mucho la discreción. Es decir, cuando dos o tres se junta la gente acude hasta formar un círculo grande de personas interesadas por conocer qué ha pasado allí. Ahora había dos opciones, una era pasar por alto la historia y decirles al resto de niños que esos ambos estaban permitidos y que no pasaría nada. O la segunda opción, que es la que adoptamos: despedidarlas a las dos. Una por mentir y otra por organizar esa pelea siendo una niña tan grande. Horas más tarde pensábamos, ¿habremos sido muy duros? Posiblemente sí posiblemente no pero de lo que sí estamos seguros es de que tanto Sarah como Clarice habrán aprendido con el curso de verano del Centro de Bayaka que siempre es mejor decir la verdad.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
SARAH Y CLARICE-CLARICE Y SARAH
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario