“Estamos en alerta roja por riesgo de meningitis en Chad. Numerosos niños están ingresados en los hospitales a causa de esta enfermedad.”
Con estos mensajes nos levantamos hace varios días. La verdad es que se nos puso la piel de gallina, pues pensar que una enfermedad así pudiese afectar a este país, realmente estaríamos hablando de una catástrofe. ¿Y nuestros niños? ¿Cómo los protegemos? En fin, unos momentos de verdadero agobio, de sentir una vez más que
te faltan las cosas que te hacen sentir seguro. Tras el primer sentimiento nos pusimos manos a la obra para comprobar hasta que punto era verídica la información. Sólo llegar a Kelo, una de las cinco “ciudades” más importantes del país, ya comenzamos a ver los coches de “Médicos sin Fronteras” circulando por las calles. La sensación de “aquí está pasando algo” nos invade. Llegamos al hospital y buscamos
al médico para informarnos. Lo cierto hasta el momento son los numerosos casos de la enfermedad atendidos en las últimas horas, motivo por el cual la organización “Médicos Sin Fronteras” acaba de llegar a la ciudad para ver el alcance de la enfermedad. Aún no se sabe nada. Sólo varios días de espera y la campaña de vacunación masiva a toda la población de entre 2 y 30 años se lleva a cabo sin descanso, ni tampoco olvidarse de Bayaka. En Kelo han pasado un mes vacunando a diario, después siguieron para Mondou y así sucesivamente.
Para realizar esta campaña han llegado provistos de 35 coches todo terreno preparados para llegar a todos los sectores, incluso los más alejados y peor comunicados. Además de un equipo grande de médicos y enfermeros y cómo no dos contenedores llenos de material con todo el sistema necesario para mantener en buenas condiciones las vacunas, pues no podemos olvidar que la electricidad y el agua corriente aún no han llegado a este rincón y sin ellas tampoco las neveras, equipos de refrigeración, iluminación etc.
Una vez más tenemos que despedirnos dando las gracias a toda esa gente que han venido a ayudarnos, especialmente a los socios colaboradores de “Médicos Sin Fronteras”. Aún quedan muchas personas que los recortes de sus presupuestos no los hicieron con el dinero destinado a la ayuda a los más necesitados.
Un país que se levanta cada día con todo el esfuerzo y esperanza de
los chadianos y con tantas dosis de solidaridad no merece sufrir las
peores condiciones de vida. Por cosas así seguimos teniendo razones para quedarnos aquí. Hasta pronto.
